LA DICTADURA DE LOS TRÁMITES. Creemos que vivimos en plena libertad natural, salvajes cual suricatos o sirucatos o como se diga, las dos aparecen señaladas como que están mal escritas. La cuestión es que vamos por la vida como Pedro por su casa sin prestar atención a algo que en realidad se torna como una auténtica dictadura: los trámites/gestiones administrativo-bancarias.
Parece que no pero no te queda más remedio que ir a pagar las tasas del examen. No puedes escaparte de ir al banco para lo que sea. "Unas cosillas" que siempre tienes que hacer, que aparece como lo accesorio del día, un medio para un fin mayor. Pero no. Los trámites tienen su propio plan para dominar the world. Van metiéndose de formar subrepticia en nuestras plácidas y llenas de sentido vidas. Poquico a poco la burocracia de los "cosillas por hacer" van ganando terreno hasta cumplir con el plan maestro (magister plan): que lo secundario sea la vida, que los trámites sean lo normal del día a día. Fines de semana haciendo fotocopias del DNI, jueves y viernes santo "llegándote un momento" a la subdelegación. Lo accesorio será el tiempo libre que llenamos con filosofía viendo The walking dead y comiendo doritos a tope. Las colas en la copistería y el "buenos días" del que entra y al que no le contestan serán lo más amable de lo que viene. No pueden escapar. Las "cosillas" del "tengo que hacer unas cosillas" están ahí creciendo, armándose, cobrando vida con abonos de Monsanto. ¿El último por favor?.