Algunas fotillos con su explicación.
Aquí unas instantáneas del río por donde suelo pasear los fines de semana. También suelo cruzar este puente, Pasarela de la Cartuja, que lleva al Centro de Arte Contemporáneo que es un recinto enorme con un patio de olivos, un sitio gigante de naranjos (con una mini mezquita), el Centro de Arte... Me suelo quedar mirando el río, yo muy quieto, y muy taradito, sintiendo las ganas de hacer como Forrest Gump y correr por el monte.
Aquí la Plaza del Museo (de Bellas Artes). Me salvó en el confinamiento porque iba a tirar la basura allí y así veía verdecito. Se ve la estatua de Don Murillo ahí al fondo. Los súper árboles son ficus que tendrán pues 400 años o así. Les atan las ramas que cuelgan y se unen al suelo convirtiéndose en raíces, sosteniendo sus pesadas ramas. El museo, el recinto, creo que fue un monasterio del siglo...¿XII? y tiene patios chulos. De pintura no entiendo. Sí me gustó uno de las cigarreras en la Fábrica de Tabacos donde salían trabajando...¡con la cuna y el chiquillo de una trabajadora al lado!
Aquí dos pedazos de árboles junto al río. Son mis amigos. Manolito y Periquito. Y la flor republicana.
El ventanal de mi trabajo, en la Audiencia Provincial, y uno de los preciosos amaneceres vistos desde mi oficina.
Las setas o Plaza de la Encarnación
Gamberr@s que dibujan en cada esquina
Dice que por esta puerta de noche se administran los sacramentos
Una de las capillitas de la Iglesia de San Lorenzo
Iglesia de San Vicente. Que me gustaba el solete y por eso la hice.
Esta creo que era una de las puertas de la muralla
Por dentro San Vicente
Mi patio por dentro, un portal de tantos y una reja maravillosísima. Me encanta el urbanismo de aquí.
La Torre... ¿Peggy? Todavía no sé su nombre
Aquí una medida que me llamó la atención en el tranvía. Lo cojo todas las mañanas en la Plaza Nueva, la del Ayuntamiento, una plaza que me gusta por su arboleda.
Y esta es la última. La hice el 1 de enero de 2021. A medio día. Cruzando la Pasarela. La hice sin ver bien cómo había quedado. De hecho hasta un día o dos después no me acordé y fue cuando me di cuenta... ¡que me había quedado de puta madre!
P.D.:
Pikis Labis. Junto a mi casita. En calle Alfonso XII con esquina en Almirante Ulloa. Cuando llegué era un chino. Aniceto y Yolanda tenían la tiendecita enfrente. Alli compraba mi cena: bocadillo de filetes empanados con tomate. Y ya me dieron buen rollo. Luego abrieron esta cafetería (y ahora también tienda) y aquí he chupado wifi, he escrito y he estado muy a gusto y bien tratado. Podría estar, algunas veces, hasta dos horas alli tranquilo. ¡Muy recomendable!
Fin
